viernes, 6 de julio de 2012

MIEMBROS DE ORGANIZACIONES SOCIALES Y DE DERECHOS HUMANOS ESCUCHARON LAS CONDENAS FRENTE A LOS TRIBUNALES

Una sentencia esperada y acompañada Hubo aplausos al ser escuchada la condena a 50 años para Jorge Rafael Videla y algunos silbidos cuando llegaron las primeras sentencias por períodos de 15 años. Abel Madariaga criticó el fallo a los apropiadores de su hijo. Por Laura Vales Frente a los tribunales de Comodoro Py miles de personas se reunieron para escuchar la lectura de la sentencia. La espera fue convocada por las Abuelas, que montaron sobre la avenida un escenario con una pantalla gigante. Organismos de derechos humanos, familiares, funcionarios del gobierno nacional, colectivos de arte y agrupaciones políticas hicieron el aguante en una tarde fría y ventosa. Después de la transmisión del fallo, las Abuelas, acompañadas por un grupo de nietos, dieron desde ahí su primer balance del juicio. “Esto nos hace mejores hombres y mujeres, hace mejor a este país. Nos hace sentir orgullosos de una Justicia que escuchó a las víctimas, orgullosos frente a la comunidad internacional y también frente a aquellos países que tienen una Justicia genuflexa que no quiere condenar al terrorismo de Estado”, señaló Martín Fresneda, nieto recuperado y actual secretario de Derechos Humanos de la Nación. Junto al escenario hubo una zona de palco, con sillas, para quienes quisieron sentarse a escuchar la lectura de la sentencia. Detrás se ubicaron las organizaciones con una banda de vientos y banderas. H.I.J.O.S., La Cámpora, Kolina –la agrupación que lidera Alicia Kirchner–, el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, Fuerza Militante fueron algunos de los movimientos que marcharon desde la Torre de los Ingleses, en Retiro, hasta los tribunales para participar del acto. La espera comenzó a las cinco y media de la tarde, cuando empezaba a atardecer. Para hacerle frente al clima, la militancia entró en calor con un cantito sacado del baúl de los ’80, “hay que saltar / hay que saltar / el que no salta es militar”, que de ratos pasaba a su versión de estos tiempos, “tomala vos / dámela a mí / el que no salta es de Clarín”. Una banda de vientos puso lo suyo para que el aguante sonara a fiesta. Media hora más tarde, en la pantalla gigante comenzaron a verse imágenes del interior del tribunal. Entonces los cantitos fueron suspendidos; las trompetas, guardadas y se fue haciendo silencio. El cielo ya estaba oscuro y en la avenida se prendieron las primeras luces del alumbrado público. Un rato después se podía escuchar cómo flameaban las banderas. Hubo aplausos al ser escuchada la condena a 50 años para Jorge Rafael Videla, y algunos silbidos cuando llegaron las primeras sentencias por períodos de 15 años, pero en general el clima fue más bien contenido que ruidoso. La mayoría de los que estaban siguieron la lectura del fallo limitándose a levantar sus carteles. El más visible era uno del Colectivo Arte Memoria, con el reclamo “Devuelvan a los chicos”. Los había por cientos y la gente los mantuvo en alto frente a las cámaras de televisión y los flashes de los fotógrafos. Después subieron al escenario las Abuelas junto a más de veinte nietos. Estela de Carlotto y Rosa Roisinblit recordaron cómo iniciaron la causa. “En el ’96 seis de nosotras nos presentamos como querellantes, con la idea de que el mundo tenía que saber que hubo un plan sistemático para robar a nuestros nietos. Después de tantos años lo hemos conseguido y eso es un logro”, señaló Roisinblit, vicepresidenta de la entidad. Carlotto destacó el valor de los 50 años de condena dictados para Videla, y el hecho de que la Justicia hubiera reconocido que hubo un plan sistemático de robo de bebés. Abel Madariaga, el secretario de Abuelas que hace dos años recuperó a su hijo Francisco, quiso decir unas palabras sobre la sentencia aplicada a los apropiadores de su hijo. “Como sociedad tenemos que crecer en el castigo a los apropiadores. Hoy el fallo de los apropiadores de mi hijo durante 32 años y medio fue un fallo vergonzoso, porque cualquier que se afane un hijo durante 32 años y medio tiene que cumplir una condena severa. Y eso como sociedad lo tenemos que corregir porque la apropiación de menores es un delito de lesa humanidad.” Por los nietos hablaron Pedro Nadal García y Victoria Montenegro. “Esto no nos pasó solamente a nosotros, sino a todo el pueblo argentino. Pudimos avanzar en la Justicia, pudimos probar que hubo un plan sistemático de apropiación de bebés, que no les alcanzó con matar a nuestros padres, sino que también tenían que quedarse con nosotros y criarnos como ellos querían, pero gracias a las Abuelas, a las Madres, a los familiares que nos buscaron siempre podemos estar acá”, señaló Montenegro. Nadal García consideró que “ninguna condena” sería sentida como “suficiente”, pero remarcó el valor “de que hayan sido condenados”. Después subió al escenario La Bersuit para cerrar el aguante con música. Ya eran las ocho de la noche. La gente comenzó a desconcentrarse lentamente; al costado del escenario nietos, abuelas y abogados daban las últimas entrevistas del día, mientras en la pantalla gigante una serie de placas repasaba las condenas que cerraron la causa –tal vez la más emblemática de Abuelas–, después de un largo camino judicial y a 16 años de iniciada. Fuente Página 12

miércoles, 4 de julio de 2012

Cine:A Roma con amor. Título original: (To Rome with love) - 2012 Género: Comedia Duración: 110 minutos. Origen: Estados Unidos - Italia - España. Interpretes: Alec Baldwin, Greta Gerwig, Jesse Eisenberg, Judy Davis, Penélope Cruz, Roberto Benigni, Woody Allen Director: Woody Allen Guionista: Woody Allen Director de fotografía: Darius Khondi Montaje: Alisa Lepselter

He visto recientemente la última película de Woody Allen, y me dejó una grata impresión, por el abordaje que hace del amor, los deseos, el azar, y los lazos interpersonales. Como punto de inicio está situada Roma como una ciudad especial para el amor y el deseo, como un lugar capaz de encantar a quienes se encuentren allí. Mostrando todo el tiempo distintas aristas de aquellos sitios conocidos en detalles, modificando el modo de percibir las cosas, solo por el paso del día a la noche. He visto poco cine tan elaborado en ese punto, tan claro. En ese clima nos sumerge la película. El recorrido de las ruinas de noche, horario usualmente prohibido, el funebrero con dotes de tenor, cuando su canto va mas allá de la ducha en su casa, la prostituta oficiando de esposa, son algunos ejemplos. Una clave es que el protagonismo lo tienen las relaciones interpersonales con una pendiente - infaltable en Woody Allen- las relaciones de pareja, tal como las conocemos en nuestro mundo Occidental. Combina matrimonios americanos y latinos, para darle todo el peso a la cuestión. Los protagonistas todos están articulados a parejas o familias, nunca quedan solos. El único que queda solo es el arquitecto que se vende al mercado, dejando ir sus ideales de joven y costado romántico, es el único que se sitúa en sintonía con la oferta del mercado. Hace hincapié en lazos de parejas que perduran, a diferencia de otras películas suyas donde la soledad o la incomprensión se presentan de un modo inexorable. Esta vez Allen, muestra parejas y familias que están firmes más allá las dificultades individuales. El azar entrecruza situaciones de deseo en dos planos, la infidelidad eventual y la posibilidad de la fama como señuelo en este mundo consumista. Idolos mediáticos o superstars del cine, que en el punto más elevado de su reconocimiento se desarman dando a lugar a coyunturas mas triviales, cotidianas, y en ese movimiento elevan su status. Por ejemplo, la pareja que quiere progresar en Roma, saliendo de un pueblito, y percibe que un mejor encuentro ellos es mejor salida que ser parte del mundo empresarial. El mundo del cine, y la de la televisión quedan cargados en gran parte de funcionar como el señuelo del mundo consumista. Hay una dialéctica entre lo que se tiene y no se sabe, como perdido en lo cotidiano y el acceso a una vida exitosa, de la cual tampoco se sabe. Es el cruce de estos puntos de nesciencia de los personajes, es donde se articulan soluciones posibles, encuentros que no se anclan en los conflictos. Me parece posible suponer que el director está haciendo las cuentas con su vida, su vejez y el abanico de opciones para vivir, de hecho es tal la subversión de los valores consumistas que hace, que ser considerado un imbécil puede ser una buena opción. Un a de las perlas de las historias que cuenta, es el caso del tenor. Donde surge para alguien un deseo que no había advertido, y un amor por la ópera que se conjugan –en vez de oponerse- con su situación particular de vida, tanto personal como familiar. Al mejor estilo de Sócrates Woody Allen, se transforma en sabio del amor y del deseo. Alejandro Ercoli