domingo, 10 de abril de 2011

Cine y psicoanálisis: Una película y una referencia clínica

El laberinto del fauno, y el caso Ofelia


Esta película oferta una doble lectura. Se trata de la vida de Ofelia de 13 años, y su mundo que es aquel que le da su madre, con una particularidad que es su creencia en un mundo de hadas. El contexto socioplítico de esta historia es Un lugar de España, luego de la guerra civil, donde conviven el dramatismo de una dictadura y la lucha revolucionaria. Tanto la vida de Ofelia como el contexto político del terrorismo de estado, están calibrados por la lucha contra cierto destino.
Las escenas que filma el director por medio de los colores fríos o calidos permiten captar el clima dramático o de deseo. La figura de la madre, resulta comparable a la España contada por Del Toro. Madre e hija forman una familia con un militar que solo sabe odiar, y anticipan la tragedia. A su vez, la situación de la niña se hace eco de la de los revolucionarios, en tanto es sometida por el fauno a pruebas que ponen en juego vida. En muchos momentos del film, quedan en paralelo la situación de los revolucionarios y el desafío que Ofelia asume enfrentar. En la película, se ve claramente la relación de una niña con la versión del mundo que le fue dada por sus otros.
Este tema está vinculado a las dificultades de la clínica psicoanalítica con niños. Fundamentalmente porque es una clínica que exige la presencia del texto de los padres para poder avanzar. Seguramente, si pongo el centro en el modo de relación madre hija, se me dirá que no es específico del trabajo con niños, en punto es así. Pero con los adultos no es condición la presencia de sus Otros, para dar lugar al análisis y como decía en la clínica con niños si. Este es mi punto de partida, y esta película da lugar a pensar algunos alcances de esa relación en presencia. Considero necesario aclarar que el punto de vista que comienzo a desarrollar, es subjetivo, por la tanto existen infinidad de lecturas de la película y el psicoanálsis infantil. Esta aclaración es para evitar que se mal entienda el modo de pensar la teoría, es solamente como yo la entendí. Y siendo que el psicoanálisis se autoriza en su práctica, esto habilita mi versión.
La visión del mundo que la madre no cede, pasa del drama de la desdicha permanente a la tragedia que introduce su destino.
En esta obra lo maravilloso es la construcción de la subjetividad de cada personaje, muy creíble y que revela ciertos demonios que atormentan a las personas y los modos de convivir con ellos -por ejemplo las vidas como la del capitán, del médico, etc.-. Cuentan los actores sobre todo las mujeres, y además el director que para generar el clima del mundo infantil, indicó que lean literatura infantil. Evidentemente la mirada de la niña es el punto principal, de hecho no preocupó tanto la escenificación de lo político. Relata además Del Toro que la dificultad fue en conseguir a una niña que pudiera con ese papel. Evidentemente para este director lo infantil, es el centro de gravedad de la historia. Cuestión que habilita mejor el encuentro entre el psicoanálisis de niños y “El Laberinto del Fauno”.
Como dije en las líneas anteriores, la dimensión política es un punto claro e intenso, no hay forma de tomar distancia de ello durante la película. Pero a mí me gustó más el modo de pensar la niñez, la maternidad, y la feminidad, cruzadas inevitablemente por los ideales sin duda vinculados a lo político. Desde este corte es el abordaje que voy a intentar.
El tema que considero clave es la perspectiva de la niñez y la preadolescencia puestas en escena por medio del personaje de Ofelia. Hay dos modos de verlo, desde Ofelia hacia los adultos, o a la inversa. En estos adultos hay un punto común, la ven valiente, desobediente, desafiante, y decidida, lo cual la acerca más a otro adulto que una niña de trece años. Inclusive el encuentro con la ama de llaves, esta gobernado por una simetría, un secreto que les puede costar la vida.
En la relación con su mamá es viable identificar un problema: el rechazo de los signos de la niñez, por parte de los adultos –como ya situé-, la madre en primer lugar. Por tratarse de una película y no de un psicoanálisis, entiendo que la cuestión que propongo, estas dificultades para entender la niñez, no es un problema del psicoanálisis únicamente. De hecho aquí es tema de una película, y está muy bien trabajado. Ahora es una cuestión frecuente en la clínica psicoanalítica con niños. En general las consultas ligadas a problemas adaptativos o madurativos, están muchas veces bajo este signo, de un niño que se porta como tal. Si esto es aceptado la división subjetiva quedaría del lado de los padres. No es lo que pasa entre esta madre y esta hija. Justamente en la película, el asunto está tensado en la dificultad que tiene la madre, para ver en su hija la niñez, expresada subjetivamente en su interés por el mundo de hadas conjuntamente con la desobediencia; y del lado de Ofelia, lo trágico de ver a una madre que no puede con su vida y solo transmite eso. Esta madre va del drama a un destino trágico, allí cifra su mensaje.
En la película, Del Toro, entonces se revela una niñez no comprendida por los adultos, que estos intentan sofocar de todo dato que la evidencie, fundamentalmente exigiendo obediencia y adaptación, como señalé previamente. El mundo de hadas de Ofelia, refleja su condición infantil, su intento de creer en la omnipotencia del Otro.
Forzando un poco las cosas, podríamos imaginar que la “desobediencia de Ofelia”, causara la consulta de la mamá con un analista de niños. El envés de esta escena sería una madre mártir, sin un deseo claro para su hija. Quiere que le haga caso, que le diga papá al capitán, y que se ocupe del hermanito por nacer. Podríamos decir que no ve más allá de sus narices, ni siquiera que su hija, es la hija y que además tiene trece años.
En estos tiempos Ofelia resultaría traída a la consulta, por no hacer caso, cierto déficit de atención, y conductas de una niña de menos edad.
En suma El Laberinto del fauno, toca un asunto en dos generaciones presentes, que podemos referir a una cuestión de estructura, pero tratada en singularidad.
Planteo del problema: se trata de un problema adaptativo, en tanto un niño no se adecua a lo que se le pide que haga, o no cumple con lo que se espera de él. Tanto por parte de los padres de la escuela, de la psicología evolutiva, etc. Esto puede encontrarse a la entrada de una consulta, poniendo el acento en lo deficitario del niño.
Tanto en esta película como en un análisis este elemento deficitario, concentra el problema en juego. Ningún espectador leería en la película a como Ofelia una preadolescente con problemas de conducta o de falta de atención. La película facilita entrar a una información como sucede en un análisis. Es decir habilitar diferentes puntos de vista de una misma cuestión.
Creo que el problema teórico en juego, implica pensar al niño en relación al Otro. Como sujeto, con su centro gravitatorio, en el discurso del Otro. Pensemos al Otro no solo cubriendo el campo de la necesidad, sino también como el que puede dar o no amor.
Una clave con la que voy a entrar sobre la vida de Ofelia, es le Demanda de la madre que privilegia una posición sacrificial, opacando su condición deseante. Se observa en esa madre una apuesta a que las cosas sigan el curso que ella calcula, a rearmar una familia, que la hija le diga papá el capitán, etc.
Para pensar en la relación madre hija, propongo ir un texto de Lacan, “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo”. El sujeto del inconciente freudiano, tiene algunas características, está en relación a un saber que desconoce, es efecto del significante, y se aloja en los cortes de la cadena significante o en las zonas de borde del cuerpo. Los significantes que lo determinan –batería de significantes- provienen del campo del Otro, es en el discurso del Otro donde es emitido su propio mensaje. Entonces, tengamos presente que el Otro de Ofelia es la madre. En la película el vínculo entre ambas, parece dual. Está claro que ningún hombre, entró en vida de esa mujer más que para tener hijos, es solamente en el reino del padre donde esa mujer es esposa y madre. El capitán con toda su maldad y poder no es ni deseado ni querido por su nueva esposa, ella solo le dará un hijo. Por lo tanto para Ofelia es un rival, y se odian. Quizás solo el fauno logre darle un valor a la niña mas allá de la madre, de hecho es quien representa a un padre que la espera. Igualmente le pone condiciones terribles a la protagonista para volver a recibirla en su reino. Volviendo a fantasear, imaginemos a un padre fallecido, y la hija de ambos, viviendo con una madre como esta. Esta señora va a ocupar el lugar de la demanda, dejando claro además que su destino es inalterable. Esta niña sin padre, tiene la amenaza constante de perder a su madre, imaginen una paciente de trece años así. Ella es convocada a ser princesa en el universo de sus padres. Si pensamos el texto inicial y el final de la película relatado mediante una voz en off, se puede volver sobre la explicación de Jacques Lacan en “Subversión del sujeto y dialética del deseo” cuando ejemplifica el mensaje cifrado en términos de un codicilo. Un mensaje tatuado en la nuca de un mensajero, que va costarle la vida, y no lo sabe.


AlejandroErcoli