El Dolor Ingresa, aumenta, penetra,
se hace insostenible de tanta agudeza.
Vulnerabilidad límite,
sentirse uno, solo con uno,
y toda la fragilidad de la vida a cuestas.
Rezar a cualquier dios que me rescatede
esto que castiga y duele
como grito mudo,
con un tiritar del alma
de frío intenso que cala el sacro,el nervio... la sangre.
Invade el dolor,
y no hay calma ni calmante.
Ni noche que proteja,ni día que libere.
Pasan las horas y no cede,
y la tensión avanza,
y se altera el gesto,la palabra,
la grieta inútilde este ronroneo solitario
que piensa y pide,
sólo un abrazo.
Y por fin, de a poco,
con un pudor contrario
a su ocupación hostil...
desaparece y vuelve,
algo parecido a un dominio
tímido del cuerpo y la mente.
Una luna nueva o un sol naciente,
sensibilidad y cansancio
del vivir ausente.
L´orange.
