miércoles, 4 de julio de 2012

Cine:A Roma con amor. Título original: (To Rome with love) - 2012 Género: Comedia Duración: 110 minutos. Origen: Estados Unidos - Italia - España. Interpretes: Alec Baldwin, Greta Gerwig, Jesse Eisenberg, Judy Davis, Penélope Cruz, Roberto Benigni, Woody Allen Director: Woody Allen Guionista: Woody Allen Director de fotografía: Darius Khondi Montaje: Alisa Lepselter

He visto recientemente la última película de Woody Allen, y me dejó una grata impresión, por el abordaje que hace del amor, los deseos, el azar, y los lazos interpersonales. Como punto de inicio está situada Roma como una ciudad especial para el amor y el deseo, como un lugar capaz de encantar a quienes se encuentren allí. Mostrando todo el tiempo distintas aristas de aquellos sitios conocidos en detalles, modificando el modo de percibir las cosas, solo por el paso del día a la noche. He visto poco cine tan elaborado en ese punto, tan claro. En ese clima nos sumerge la película. El recorrido de las ruinas de noche, horario usualmente prohibido, el funebrero con dotes de tenor, cuando su canto va mas allá de la ducha en su casa, la prostituta oficiando de esposa, son algunos ejemplos. Una clave es que el protagonismo lo tienen las relaciones interpersonales con una pendiente - infaltable en Woody Allen- las relaciones de pareja, tal como las conocemos en nuestro mundo Occidental. Combina matrimonios americanos y latinos, para darle todo el peso a la cuestión. Los protagonistas todos están articulados a parejas o familias, nunca quedan solos. El único que queda solo es el arquitecto que se vende al mercado, dejando ir sus ideales de joven y costado romántico, es el único que se sitúa en sintonía con la oferta del mercado. Hace hincapié en lazos de parejas que perduran, a diferencia de otras películas suyas donde la soledad o la incomprensión se presentan de un modo inexorable. Esta vez Allen, muestra parejas y familias que están firmes más allá las dificultades individuales. El azar entrecruza situaciones de deseo en dos planos, la infidelidad eventual y la posibilidad de la fama como señuelo en este mundo consumista. Idolos mediáticos o superstars del cine, que en el punto más elevado de su reconocimiento se desarman dando a lugar a coyunturas mas triviales, cotidianas, y en ese movimiento elevan su status. Por ejemplo, la pareja que quiere progresar en Roma, saliendo de un pueblito, y percibe que un mejor encuentro ellos es mejor salida que ser parte del mundo empresarial. El mundo del cine, y la de la televisión quedan cargados en gran parte de funcionar como el señuelo del mundo consumista. Hay una dialéctica entre lo que se tiene y no se sabe, como perdido en lo cotidiano y el acceso a una vida exitosa, de la cual tampoco se sabe. Es el cruce de estos puntos de nesciencia de los personajes, es donde se articulan soluciones posibles, encuentros que no se anclan en los conflictos. Me parece posible suponer que el director está haciendo las cuentas con su vida, su vejez y el abanico de opciones para vivir, de hecho es tal la subversión de los valores consumistas que hace, que ser considerado un imbécil puede ser una buena opción. Un a de las perlas de las historias que cuenta, es el caso del tenor. Donde surge para alguien un deseo que no había advertido, y un amor por la ópera que se conjugan –en vez de oponerse- con su situación particular de vida, tanto personal como familiar. Al mejor estilo de Sócrates Woody Allen, se transforma en sabio del amor y del deseo. Alejandro Ercoli

1 comentario:

  1. Puede tener alguna fallas, pero en general To Rome with Love me parece una comedia muy divertida, un buen trabajo de Woody Allen.

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