jueves, 30 de julio de 2009

Psicoanálisis: Material del grupo de estudio en curso,sobre "Culpa, Responsabilidad y Superyó

Tercer encuentro


En esta oportunidad vamos a trabajar, sobre tres textos de autores que provienen del psicoanálisis. De Alfredo Eidelsztein, el capítulo “la concepción clínica de la neurosis” de su libro Las estructuras Clínicas a partir de Jacques Lacan, vol.II; del libro de Pablo Peusner Fundamentos de la clínica psicoanalítica lacaniana con niños, el capítulo “Crítica de la noción de responsabilidad en la clínica psicoanalítica lacaniana con niños”; y de Jacques Alain Miller del libro Lógica de la vida a amorosa, “Patología de la ética” primera y segunda conferencia.
Vamos a tomar estos textos en el orden que los nombré dado que de esta forma resultará mas clara la perspectiva que quiero sugerir.
Para comenzar, con el primero de ellos partiremos de como pensar la relación sujeto-Otro, para señalar una manera de pensar la “responsabilidad subjetiva”. Eidelsztein recorre el concepto de Otro como diferente de A. Ubica el otro como A refiriéndose, al otro de la cultura en un sentido estructural, es decir sin garantía y con una falta constitutiva. Luego se referirá al Otro como una versión particular de A, la clave es que el Otro supone coordenadas temporo-espaciales que justamente lo hacen particular para un sujeto. Señala que por la eficacia del nombre del padre, en tanto función, en el Otro no se condensa el A, dando lugar a la neurosis y por lo tanto evitando un Otro omnipotente. Pone de relieve además la condición de falta o de barra que alcanza al Otro.
El recorrido del capítulo en cuestión abarca también el concepto de sujeto, para ello separa tres elaboraciones muy precisas:

A) individuo en tanto unidad cerrada, aislada sustancial idéntico a si mismo;

B) el hablanteser como sujeto de la palabra tomado por el lenguaje;

C) el sujeto del inconciente como específico de la experiencia analítica aquel que está fundamentalmente dividido, por ejemplo entre dos significantes.

Con estos conceptos, nos ubica en el modo de relación, como la clave para entender las estructuras del psicoanálisis; explicando que en la neurosis hay un deslizamiento de la falta desde el Otro hacia el sujeto. Va a indicar que el complejo de Edipo supone asumir de un modo complaciente la falta que corresponde al Otro (quizás esto permita comprender el asentimiento subjetivo ante la aplicación de una pena en términos jurídicos). Esto es que quien se hace presente en una consulta al analista, asume algo que no funciona en su vida, que quiere cambiar, pero que no sabe bien que es, ni como hacer. Además al inicio trae un problema como propio suponiendo que la causa está en él, si el análisis se instala esto que no funciona quedará entre él bajo la forma del sujeto divido y el Otro barrado.
El paso que sigue en el citado capítulo, lleva a establecer las condiciones de analizabilidad, donde para este autor es fundamental la posibilidad de que alguien quiera hablar y quejarse del Otro. En caso que esto no suceda por más que existan síntomas que respondan a la estructura del lenguaje, se repetirá la falla del Otro sin posibilidad de analizar la relación entre el sujeto y el Otro. Con estos datos podemos pensar que la responsabilidad se juega no en el individuo o en lo intrapsíquico, sino en una relación, a saber la que existe entre el sujeto y el Otro. Para decirlo mas claro, es necesaria la queja pero también la sanción de la falla del Otro, esto es sin sanción la falla queda del lado del sujeto eximiendo al Otro de responder. Podemos situar que la sanción hace a la responsabilidad, y es entre dos donde hay que ubicarla, en la relación. Para que haya responsabilidad subjetiva en juego es necesario interrogar al Otro, son necesarios dos términos como mínimo. Si esto no se juega no es posible una nueva dimensión del sujeto ni un cambio en su modo de relación con los otros.
Se trata de una responsabilidad diferente de la jurídica, porque se establece en el marco de un análisis. Se aleja del sentido corriente de la responsabilidad como un individuo respondiendo ante la justicia.
No obstante podemos señalar que en ambas formas de responsabilidad es necesaria cierta legalidad y la condición de sujeto como característica estructural. Recuerden que Foucault, entiende que para el derecho se trata de sujetos y que es un problema cuando el derecho no considera a alguien en esa condición. Si bien el sujeto jurídico y el de análisis son distintos, como decía ambos están en relación a una legalidad y por lo tanto en posición de responder o pedir que otro responda. Quizás en el planteo de Eidelsztein, queden separados el sujeto del psicoanálisis y el del derecho, está clara que son diferentes y que con el sujeto del derecho no hay análisis, pero creo que el sujeto del derecho en tanto marca la presencia de la ley en una cultura es condición para el sujeto del inconciente. Probablemente en la experiencia clínica del consultorio esto sea menos visible, pero en un penal la legalidad se torna de mayor pregnancia. En fin no sé hasta que punto es posible atacar la idea de responsabilidad porque pertenezca al derecho, sino vuelvan sobre el texto de M.Villey.
En el caso del texto de la Clinica Psicoanalítica lacaniana con niños, Peusner hace una observación muy precisa al retomar el valor del lenguaje infantil. Señala la posición del niño respecto del lenguaje, apostando a la puesta en marcha de una argumentación, respecto de la cual no es posible anticipar hasta donde llegará. Podemos entender que en el lenguaje infantil el niño habla sin preocuparse por lo que dice, en este punto es comparable al modo que tiene que desplegarse el lenguaje en un análisis. Por lo tanto dejarse llevar por lo que se dice, en todo caso el analista tiene como función provocar en el analizante ese modo de ubicarse en relación al lenguaje. Volvamos sobre esta cuestión, en el lenguaje infantil resulta claro que el sujeto no sabe lo que dice. Se trata de dar lugar a la argumentación para descubrir las razones del sujeto, si en cambio se opera pretendiendo responsabilizar a alguien por lo que dijo, solo se da consistencia al individuo sacando del campo al sujeto del inconciente. Pensemos que si el sujeto es un efecto del lenguaje y no una causa, es imposible decirle “es usted” o “hágase cargo”, simplemente porque cuando habla no sabe que hable ni que está allí. Volviendo sobre el lenguaje y los niños, ellos hacen un uso a favor de la plurisubjetividad dado que no tienen problema en señalarle la posición al Otro, por ejemplo todas las veces que un niño habla y el adulto (padre, madre, etc,) se avergüenza. En este autor nuevamente la idea de responsabilidad es entre sujeto y Otro, y no una dificultad del individuo. Ocuparse de lo que un niño dice implica que va a hablar de sus otros, va en dirección a la plurisubjetividad.
Recordemos que hablar de plurisubjetividad, implica tratar de manera diferente la idea de responsabilidad originada en el derecho. Que existan varios sujetos en torno a un asunto, implica que hay una responsabilidad y un daño en juego (podría pensarse así algo de la estructura), aunque el autor del daño y quien responda no sean el mismo. De hecho en el análisis es necesario que alguien decida hacer algo con una falta de la que no es autor en sentido estricto. Como decíamos anteriormente, implica una sanción del sujeto. Se trata de que alguien quiera hacer algo con una situación que no generó pero que lo hace partícipe, en la medida que se pregunte como responder podrá asumirse como sujeto en un análisis.
En tercer lugar vamos sobre las conferencias de Miller. Hay una jugada respecto de la forma de entender la responsabilidad muy intersante. Este psicoanalista apunta a la “salud mental”, con lo cual no solo hace entrar los problemas que sufren los psicoanalistas en las instituciones, sino también la dimensión jurídica. Al plantear que el sujeto de un análisis es aquel que quiere responder formar parte de aquello de lo que se queja, da cuenta de cierta proximidad con el campo jurídico. Para decirlo mas claro, para la ley se trata de establecer si alguien está en condiciones o no de asumir las consecuencias de un acto. Y de hecho resulta problemático como pensar aquellos que quedan bajo la marca de inimputable. Dicho autor, pasa de la psicopatología a la ética señalando que un analista puede recibir a cualquier paciente, no importa la estructura, a condición de que en tanto sujeto del inconciente quiera responder. En mi opinión, en estas conferencias dictadas por Miller, el problema es que enfatiza sobre el sujeto y la culpa inconciente dejando caer el campo del Otro. Y pensar lo inconciente implica pasar por el Otro, no alcanza con que alguien se diga responsable si libera al Otro de participación en su cuestión.
Al pensar pacientes en conflicto con la ley, para el derecho con establecer si alguien e o no el autor de cierto delito resulta suficiente, para el psicoanálisis es necesario pasar del hecho que se le endilga a un individuo, a un problema plurisujetivo que en todo caso facilitó que una persona cometa un delito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios por aquí: