lunes, 24 de mayo de 2010

Música:Tomas Gubitsch, guitarrista y compositor eclectico, parte 1

Antes del encuentro con Astor Piazzolla

Tomás Gubitsch (tal vez a su pesar también conocido entre nosotros como Tommy) ha tenido una muy breve carrera dentro de la escena del rock argentino. Pero ha dejado una huella imborrable participando en tres obras claves de la música de los 70s : "El Jardín de los Presentes" de Invisible, "De Todas Maneras" de Rodolfo Mederos y la Generación Cero y Olympia '77 (el álbum más "roquero" de Piazzolla, con su Octeto Electrónico).
Tomás reside desde hace años en Francia, lugar donde ha desarrollado una importante carrera musical.

Comentame por favor como han sido tus estudios musicales.

Para empezar, me pasé interminables horas tocando desde muy chiquito y rompiendo los oídos y otras partes de la anatomía humana a toooda la familia. Alrededor de los 14 ó 15 años encontré un extraño personaje -un cura fracasado- que tocaba el harmonio y que empezó a darme cursos de teoría y solfeo. El mismo me conectó con otro extrañísimo maestro de armonía.
Paralelamente conocí a Edelmiro (Molinari). Recuerdo no haber tomado mas de una decena de cursos con él. Pero fueron decisivos. Me enseño a "pensar" la guitarra. Me enseñó a anticipar y encarar los problemas del instrumento.
Leí una frase de Glenn Gould donde decía que él podía enseñar toda la técnica del piano en dos horas. Hay algo de cierto en eso. Bach decía que tocar bien es facilísimo: basta con poner los buenos dedos en el buen lugar en el buen momento. Claro, después hay que trabajar un poquito... o mucho, según las facilidades de cada uno.
Yo tenía 15 o 16 años cuando nuestra gran amistad con Rodolfo Mederos comenzó. Con él aprendí de manera mucho menos académica, una cierta eficiencia "profesional", etc.
Pero mi verdadera formación en lo que concierne la composición y la orquestación, creo haberla adquirido en Europa.
Mucho tiempo mas tarde completé, si acaso uno dejara algún día de aprender... mis estudios de dirección de orquesta.

¿Y cuando comenzaste a actuar como interprete?

Mi primera grabación, inolvidable, obviamente, la hice a los 15 años. Me tuve que escapar del colegio para llegar a tiempo al estudio. Al día siguiente recibí 10 amonestaciones. Fue con un oscuro músico, cuyo nombre prefiero omitir, y que necesitaba un guitarrista "santanesco". A pesar de mis nervios, logré impresionar a los productores, quienes me propusieron inmediatamente un contrato bastante poco serio, pero muy alentador para mí.

¿Que música escuchabas en aquella época? ¿Preferías el rock, el jazz o el tango?

La gran pasión de chiquito fueron los Beatles: Revolver, Sgt. Peppers, etc. (esa pasión nunca desapareció). Después escuché muchísimo rock y blues: era la gran epoca de B.B. King, Cream, Hendrix, Ten Years After y luego de Pink Floyd, Led Zeppelin y Jethro Tull. Poco después aparecieron Emerson, Lake & Palmer, King Krimson, Yes, Genesis, etc..
En casa se escuchaba sobre todo música "clasica", y yo "descubrí" solito a Stravinsky, Bartok y Varese. El jazz, salvo un muy corto período de jazz-rock, que hoy detesto nunca llego a pegarme de veras por una cuestión de sensibilidad, sin dudas. Y al tango le empecé a dar bola gracias a Rodolfo Medreos... que quería dejarlo! Me acuerdo que me hizo descubrir a Salgán, Pugliese y Piazzola para mostrarme lo que no quería hacer más; y yo le conteste que esa música me interesaba, porque tenia la misma energía que el rock.
Como yo era bien politizado, y sigo siéndolo, ... me pareció lógico trabajar sobre una fuente de inspiración "nacional".


Por esa época te relacionas musicalmente con Mederos…

Lo gracioso al principio con Rodolfo fue una confusión: a él le habían hablado de un cantante. Y yo trate de decirle en nuestro primer encuentro que yo componía y tocaba la guitarra, pero como cantante... Finalmente agarré su viejísima guitarra criolla y zapamos un ratito.
Inmediatamente surgió una gran amistad paterno-filial. Lo vi trabajar, explicarme sus métodos, luego escribimos un poco a cuatro manos y por ultimo, tras muchos intentos con músicos de todo tipo armamos el grupo del disco.
De todo ese trabajo, de ese encuentro improbable de un bandoneonista de 33 años y de un pendejo de 16, y de todas esas noches enteras a rehacer el mundo tomando mate, nació "De Todas Maneras".


El disco "De Todas Maneras", que es para mi uno de los mejores álbumes argentinos de ese periodo, tiene una composición tuya, pero además de ello hay para la guitarra un lugar muy destacado ¿Participaste en el resto de las composiciones?

Cuando nos conocimos, Rodolfo era un músico en plena posesión de sus aptitudes. A mí no me conocía nadie. Si bien en el momento en que terminamos por grabar el disco yo me había hecho una pequeña fama con Invisible, era evidente que aquella era la hora de Rodolfo. Yo tenía tiempo por delante. Me hubiera parecido demasiado desfasado que fuera un disco de los dos. La aparición de mi tema era una especie de homenaje interno a nuestra historia. Y a nuestra separación inminente.


Claudio Ragazzi entra a la banda en tu reemplazo, e incluso toca en uno de los temas del disco. ¿Qué pasó… te fuiste antes de terminar las grabaciones?

Exactamente. No sé si mi viaje se adelanto, o si se atrasó la grabación.
A mí me provoco mucha culpa "abandonar" a Rodolfo, encima para "traicionarlo" con Piazzola, ni vale la pena destacarlo... A Claudio lo conocía del colegio y siempre aprecie su personalidad, su talento... y su falsa modestia.

El disco salió incluso después de que te habías separado de Invisible…

Así es. Recuerdo haberlo recibido en París, cuando, en mi evolución personal, parecía ya un disco paleolítico. Mi relación con esa manera de hacer música y aquella época es esencialmente afectiva, de un infinito reconocimiento a Rodolfo, quien se comportó conmigo como un gran amigo y un gran señor.


¿Como hacés contacto con Spinetta y te integrás a Invisible?


Gustavo Spinetta venía muy seguido a casa y era muy amigo de mi hermano mayor, Dyuri. Creo que fue Gustavo quien le habló de mí a Luis, que para mí era una figura casi mítica. Desde el primer disco de Almendra me pareció ser, de lejos, el mayor talento que nuestro "rock nacional" vio nacer. Así que cuando me volvió a contactar para ir al lugar donde Invisible ensayaba en trío para improvisar con ellos y ver "qué pasaba", ni te cuento el quilombito de mi cabeza. Y algo pasó. Porque días mas tarde me convocaron en la cocina, la oficina de las grandes decisiones, para proponerme entrar en el grupo. Esto implicaba una prioridad absoluta al grupo. Aunque parezca increíble, les dije que me lo iba a pensar... No solamente era engreído, sino que estaba convencido que me llevaría el mundo por delante. Al final, les dije que O.K., pero que si me llamaba Piazzola para hacer una gira internacional, me las tomaba. Nos cagamos de la risa y Luis dijo, " si a mí me llama Lennon, ¡me las tomo también!"


Tu hermano es el de la tapa de "El Jardín de los Presentes"?

Si, es mi hermano, Dyuri.

Debutaste con Invisible en el Luna Park a mediados de 1976. La banda actuó como trío gran parte del show y luego Spinetta te presenta comentando que a partir de ese momento serán un cuarteto. ¿Que sentiste en ese momento siendo tan joven debutar ante tal cantidad de publico que iba a ver una banda consolidada en el rock argentino? ¿Fue una especie de examen?

Lo único que hubo antes fue un pequeño "show" secreto cerca de Rosario, para "probarnos" en cuarteto sobre un escenario. Esto lo había solicitado yo. ... la verdad es que nunca antes había tocado en vivo en ningún lado, y que estaba muerto de angustia.

Cuando Luis me anunció (yo le había dicho de decir "Tomás" y no "Tomi", pero bue...) me pareció escuchar un par de silbidos. Yo me dije: "acá, pendejo, te jugás tu vida" , un pensamiento que seguiré teniendo cada vez que hago música, que sea frente a 15.000 ó a 3 personas y medio. Probablemente, toqué mal, nunca supe que existiera una grabación, así que nunca volví a escuchar. Pero te puedo asegurar que toqué con todo el corazón (a 190 latidos por minuto)...

Invisible incorpora en ese periodo, mas allá de la participación de Mederos, un componente tanguero que no tenia previamente ¿Este fue un aporte tuyo o ya era una idea de los otros integrantes?

Pienso que justamente era uno de los aportes que se esperaban de mí. También es cierto que el primer antecedente se lo encuentra ya en el primer Almendra. No sólo porque Rodolfo tocaba el bandoneón en un arreglo de Alchourrón sino también por los acentos "tanguero-porteños", como la melodía de "A Estos Hombres Tristes", suerte de "Eleanor Rigby" nacional.

Se decía que en la banda todos tenían voz y voto.

Eso es lo que Luis Alberto quería. Desde siempre me pareció poco aplicable.

¿Cuales fueron los motivos de una separación tan prematura?

Lo que respondo acá es totalmente personal, es mi propio análisis, 25 años mas tarde. No pretendo estar en absoluto en lo cierto. Tampoco totalmente pifiado. ¿Los motivos? Un poco lo evocado antes -esa democracia poco practicable-, un poco también pienso que la precipitó mi entrada. Luis esperaba de mí algo que yo, por falta de madurez, ni siquiera podía entender del todo y aún menos realizarlo. Él sentía que había perdido una cierta fluidez con Pomo y Machi. Y que hacía falta un nuevo viento para zarpar para otro lado...
De hecho, mi entrada, en vez de apaciguar, puso una especie de foco luminoso sobre todos. En ese sentido pienso que puedo haber precipitado la separación. Pero sin mi entrada, tengo la sensación que se hubiera producido igual.
Prefiero pensar que la verdadera pregunta sería No quisiera terminar este capítulo sin decir que lo que me queda de mi pasaje por Invisible es algo luminoso y colorido dentro de una Argentina llena de miedos y horrores.

con la amable autorizacion de Humberto Luna (Black Moon) realizada en 2002 y 2003


Fuente: Musica, Arte y Cultura de Argentina